Foto: Melissa Gold P. |
Nunca supe porqué y la verdad hasta hace muy poco no eran de mi agrado, hasta que descubrí que esa connotación de bebida medicinal que tenía clavada en la mente era un concepto a medias. El aroma, el sabor, el efecto que causa en uno la ingesta de bebidas de este tipo se han convertido en los últimos años en una gran experiencia.
De los tradicionales tés ingleses, la manzanilla, boldo, anís o hierba luisa, poco a poco se ha ido migrando a los tés verdes y rojos, al rooibos, a las hebras de frutas deshidratadas y a los famosos "blends", que no son otra cosa que mezclas maravillosas de hierbas, frutas y especias que impactan los sentidos, la vista, el gusto, el olfato...
Una infusión no es más que una bebida obtenida de la inmersión de hojas secas, raíces, flores, frutos y especias de todo tipo en agua a punto de hervir.
En el caso del té, por ejemplo, se encuentran variedades como el té negro, rojo o verde. A este último sobre todo, se le acreditan propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias y neuroprotectoras. Se cree que el té ayuda a regular el apetito, ayuda a eliminar las náuseas y posee propiedades calmantes.
Foto: Infusor con té en hebras / Créditos: Melissa Gold P. |
Existen infusiones a base de frutas deshidratadas, como por ejemplo la piña, de reconocidas propiedades diuréticas o de frutos rojos de bosque, que contienen muchos antioxidantes.
En fin, en la variedad está el gusto. Hay de todo como en botica. Elige lo que más te guste y con lo que tu cuerpo se sienta a gusto y haz del momento del té un momento de relax, de meditación, de serenidad. Aprovecha las variedades aromáticas y convierte ese momento en una estimulación para los sentidos.
Hazlo tu momento.